-Kant no sabia de lo que hablaba.
-…
-Te lo juro.
-…
-Ese no sabía lo que era el sexo.
-¿El sexo?
-Claro… ese escribió noseque tratado sexual…
-¿Qué?
-…definitivamente no sabia de lo que hablaba.
- Ah… ¿Qué diablos haces acá?
-Espero a Celine. Vamos a un viaje.
-¿A dónde?
- Ya sabes… al final de la noche.
-¿O mas alla?
-Exacto.
-Malditos burgueses con sus penes enfundados en terciopelo porque no los pueden levantar para sostener los pilares del sexo que quiere consumirlos.
-… adentrarse en la selva oscura del pecado…
-Maldito Kant, ese era el peor burgues de todos.
-… como Dante y Virgilio… ¿Seras tu el filosofo o el poeta?
-¿Qué mierda estas rumiando?
-¿Qué diablos estas hablando?
-Ah
-Ah
-Tu primero
-Tu primero
-No, yo lo dije primero.
-Ah… olvidalo
-Muy bien.
-…
-Te decía que Kant era el peor de todos esos burgueses intelectualoides porque creía que el sexo, el sexo, cuando el pene te rompía el orto sin saliva, ni semen, ni lubricación no valorándolo la victima como tal, era una mentira inexistencial.
-¿Es decir?
-Que si no valorabas existente el pene. No hay violación.
-O sea…
-Si violas a un idealista y el idealista no cree en tu pene. Podrás romperle el orto hasta el intestino delgado dejándolo con incontinencia suma por el resto de su vida y eso no existirá porque no sea una valoración correcta y no siéndolo no existe.
-Muy bien… ¿Y a mi que?
-Tu eres idealista.
-Ya… si… quizas…
-Ponte en cuatro…
-Me vas a violar!?
-No, no exactamente, tu no crees en mi pene. Mi pene si cree en ti… hala abre ese culo.
-Como que no, si lo creo, mira pongo mi mano en tu pico. –Sobandolo- Mira, mira que lo creo existente.
-No… eso ya no sirve… si fueras ontologicista serviría, pero no, los idealistas son mentirosos.
-Como!?
-Eso… Ponte en cuatro. – Dirige su puño hacia la cara del idealista. Quien con el impacto golpea la pared y cae en semi inconsciencia-
-Nooooo!!!! –gime débilmente-
-Nada de noooooo – se burla el ontologicista, mientras le baja los pantalones- esto no te esta pasando.
El idealista llora como una nena. El ontologicista se saca su miembro de su pantalón, le echa un escupitajo para lubricarlo, por cortesía profesional claro esta.
-Mira como dice ese abogado penalista finalista welzeniano de Soto Piñeiro “Si la violación es inminente… Disfruta!” – El Ontologicista penetra violentamente en el ano del idealista desgarrando las paredes anales, dejando rasgaduras de 4 a 7. – Esto es filosofia pura, ya se lo decía a Celine. Ya se lo decía yo.
Para cuando llegó Celine a la escena, ya habíamos ganado un nuevo converso para el bando del ontologicismo.
